¿A dónde te estás metiendo?

viernes, 19 de marzo de 2010

Aquiles... ¿Sádico o histriónico?

Theodore Millon -un genio entusiasta de la clasificación sistemática en psicología- desarrolló por el 1990 un elaborado y bastante complejo sistema de rasgos de personalidad. Sin embargo, no creo que Theo alguna vez haya llegado a imaginar que su famoso cuadro de "5 x 2" se podía transformar en el eje de entretenimiento para tres locas caballeras a la medianoche de un sábado.
Y sí, así fue no más como, antes o después de debatir sobre la influencia de Venus en capricornio, esas tres coautoras del blog incursionaron en los usos cuestionables, pero terriblemente entretenidos, de las etiquetas psicológicas.
¿Sos esquizoide? ¿Paranoica? ¿De la polaridad activa o pasiva? ¿Narcisista o independiente activa? ¿Acaso masoquista?
Diez son, más los tres tipos de personalidad disfuncional, las categorías en las que se puede encuadrar a la "personalidad normal" según nuestro querido Theo. Cada categoría plantea posibles rasgos estables que formarían la personalidad de una persona de una vez y para siempre, pasada la adolescencia.
Pero ... ¿A qué llamamos personalidad muchach@s? Según una definición general es un conjunto de constructos hipotéticos que ayudan a predecir la conducta de los individuos. Siguiendo esto nos preguntamos: ¿es estable desde el vientre o puede ser que sólo sea una conjunción de costumbres, aprendidas o mal enseñadas? ¿Puede variar si cambiamos el lugar, el tiempo y las circunstancias por donde bailan nuestros pies, o la tenemos pegadita a nuestro nombre?
Dejando más que abierto el debate, por supuesto, creo que llegamos al cuasi acuerdo de que efectivamente hay algo estable donde centramos esa cosita llamada YO, aunque esto no lo hace clasificable en una nomenclatura que, por ser tal, sea rígida e impida el dinamismo de cualquier subjetividad. Quizás somos yoes cambiantes, quizás haya tantas formas de cambiar como yoes, quizás el yo no es más que una circunstancia de un momento y lugar. (Aca se le piantó el relativismo a la autora del post, sepan perdonar) Siendo asi, clasificar no tiene demasiado provecho más que encerrar en categorías que predicen comportamientos y olvidan la creatividad personal. (ver teorías idiográficas de la personalidad)

Pero... si no existen las reglas, ¡¿por qué nos gusta tanto clasificar?! Hay alguna tranquilidad en poner nombre y diagnóstico que se explica con el lenguaje, con el decir, que nos da satisfacción. Hay un alivio en el saber en qué cajón nos metemos cada uno y en qué etiqueta lo envuelve. Y si no me creen, ¿no quieren ustedes saber en cual de las diez categorías entran? Ojo con caer en las tres patológicas, eh.

Hablando en serio, tal vez las diferencias sí están pero no son. Explico brevemente, quiero decir que hoy son diferencias las que vemos lo que no quita que mañana sigan siéndolo.

Y así termino. No estamos de acuerdo con la eternizante clasificación, pero bien que nos divertimos etiquetando!! Y, aca está la trampa, es que hasta nuestra moral se divierte al saberse ambivalente pasiva o, como es el nombre oficial, obsesiva compulsiva.

Saludos, camaradas. Hasta la próxima edición.

pd. ¿Notaron la similtud entre los tipos de personalidad y los signos del zodíaco? Lastima que los primeros son trece, debe haber alguna falla en el calendario cósmico...

Para MUUUUCHA más información, les recomiendo el siguiente artículo: http://pepsic.bvs-psi.org.br/pdf/psicousf/v8n2/v8n2a08.pdf

9 comentarios:

Gwen dijo...

Son 12 los signos jaja. Vamos a tener que hacer una juntada para explicar lo de los signos y comparar con Theo. Ta buena la idea de porque necesitamos categorizarnos, esto podemos seguir viendolo desde el esoterismo.
Me encanto la nota

Adrienne dijo...

Procederé según mi modalidad analítica:
1. ¿Es el comentario de "Gwen" del alter ego de la autora del post (o quizá un desdoblamiento de personalidad en el mundo virtual) o es una caballera que publicó robando identidad? De todos modos, el efecto queda genial, y si las caballeras son una sola persona con sus múltiples facetas debatiendo entre sí? Quizá ese sería una buena puesta en escena de todas las personalidades del cuadro que a su vez demuestra que una persona no cae bajo una categoría sino que todas las categorías pueden hallarse en una misma persona quien, consciente de cada una de sus facetas, puede jugar a ser otro de sí. La estoy limando mal...
2. Cliqueo sobre el link y me salta el siguiente aviso "No se encuentra la página.
Lo sentimos, la página que estabas buscando en el blog Blognitiva: Psicología y psicoterapias cognitivas no existe". Será que se tomaron al pie de la letra el bardeo a la fragmentación o decidieron borrar de la faz de la Tierra las 13 categorías o será sólo un error de la web?
3. Me encantó la nota, lo único, "¿por qué nos gusta tanto clasifica?" Alguien me dijo alguna vez que en lo que se destacaba la cultura Griega antigua era en separar y clasificar y que ellos mismos se enorgullecían de esta facultad porque era lo que permitía desarmar, ordenar, entender y profundizar. En la posmodernidad hay una fuerte lucha en contra de la fragmentación, y si bien yo adhiero a que las instancias separadas sirven de mucho en un aspecto didáctico pero nada dicen de la ontología del mundo, creo que habría que revisar los aspectos positivos de la fragmentación, revisar por qué surge una corriente tan crítca al respecto y revisar los contra del holismo... De todas formas, ¿algo más sobre el mundo lograría decir alguna de estas perspectivas o nunca salimos de lo que decimos sobre nosotros mismos y nuestra mirada tan inevitablemente humana?

Gwen dijo...

Caballeras! Me enorgullese ver cómo los tiempos de nuestra querida post- modernidad pueden ser eludidos por este humilde blog. Al menos virtualmente nuestro debate sigue presente y -no lo podemos evitar- dialéctico hasta el infinito.
Aclaro que, a pesar de ser una excelente idea querida Nan, no hice todavía semejante desdoblamiento de mi personalidad. Creo que la "Gwen" del primer comment sólo es un fallido de Coti demostrando cuánto quiere parecerse a mi. Lamento decirte, querida, todavía tu luna no tiene los alcances de la mia. (aunque podrás seguir intentandolo...)
Y ahora bajando de mi caballo, te contesto que LA FRAGMENTACIÓN es nuestra hermenéutica. No conocemos otra!! Pero tal vez el fluir de una parte a otra -cual péndulo- permita que veamos los fondos y figuras alternantes de nuestro hermoso cuadro de mundo. Coincido plenamente en que ni las partes ni el todo pueden ser criticadas, ya que criticar la parte en favor del todo increiblemente cae en la paradoja de "tomar parte" y negar una realidad posible. Apoyo el HOLISMO, con sus partes y totalidades aunque me revuelva la cabeza esta capacidad para contradecirme al estar de acuerdo conmigo.

He dicho.

Las quiere,

la verdadera (y única) Gwen.

Mer. dijo...

Con mi característica curiosidad, vengo a meter mi ambivalente -y ahora que me han hecho caballera y coautora, noble (?)- nariz entre estos dos fantásticos monólogos.
En mi opinión, la tranquilidad que genera el nombre del diagnóstico reside, sencillamente, en la palabra en sí. ¿Por qué buscamos siempre palabras para describir lo que sentimos, vivimos, pensamos? Uno puede decir que intentamos compartir estas acciones con los otros, pero hasta qué punto no es en realidad un intento de controlarlos? Las palabras nos dan seguridad porque son una herramienta común y general que no se presta a confusiones tanto como los tres elementos anteriores (sentimientos, vivencias, pensamientos)...
¿será tal vez, entonces, que nos genera una sensación de control y menor peligro lo que podemos nombrar?

Y así firmo yo, también, con un nombre y un punto, como si no hubiera nada más después de ese grupo de letras.

Sepan disculpar mi divagar contemplativo.

Y el blog pinta, eh!

Se despide la caballera libriana :)

Patronimus dijo...

There is also a 13th star/ zodiac sign called Ophiuchus. Of the 13 zodiacal constellations (constellations that contain the Sun during the course of the year), Ophiuchus is the only one not counted as an astrological sign. Ophiuchus is depicted as a man grasping a serpent. Ophiuchus is one of the 88 constellations and was also one of the 48 listed by Ptolemy. Ophiuchus was formerly referred to as Serpentarius, the former originating in Greek and the latter in Latin, both meaning "serpent-holder".

Gwen dijo...

(Oh my god...)

Buenas tardes, compañer*s!

Querida amiga libriana - en lo sucesivo Mer-, debo decirte que me sorprende al punto de asustarme la increible capacidad que tenemos para pensar absoluta y totalmente lo mismo. Podría desplegar un amplio y creativo discurso sobre las implicancias del lenguaje -esos símbolos para nuestro absurdo control del mundo- y cómo justo ayer...(??)... me encontraba haciendo esas reflexiones en mi clase de los viernes, pero te la hago corta: ¡TAL CUAL, NEGRA!
Todos sufrimos de dependencia verbal, o Trastorno etiquetador compulsivo.

Querido amigo Capitán Medianoche - en lo sucesivo Agus- Nos ha solucionado el problema sobre el error cósmico!! Ahora sólo nos queda realizar la tertulia sobre los parentescos entre ambos sistemas clasificatorios. Miren como venimos a descubrir que Millon era astrólogo. Ven? Por estas cosas me doy cuenta que vale la pena estar con los pies en la Tierra, y la cabeza flotando en la atmosfera de júpiter.
Sólo me resta un comentario... El inglés, es por la deuda Kafkeana?

Abrazo a todos y cada uno de ustedes.
Que siga el baile.

Gwen

Adrienne dijo...

Esto se está poniendo demasiado posmointelectualoide...

Patronimus dijo...

El inglés es porque en la pagina de wikipedia en castellano sobre el zodiaco no dice nada sobre opiuchus! Gran decepción.

Gwen dijo...

Adrienne dijo...
"Esto se está poniendo demasiado posmointelectualoide..."

Gwen dice: jajajaj, Me había olvidado de tu comment. Que oportuno. Igual, no me queda otra que decirte: lo siento muchacha, vas a tener que acostumbrarte. Creo que tanto Agus como Mer y yo estamos demasiado inmersos en los mundos discursivos del más allá posmoderno. Flui!

Amor.
Gwen!